(Imagen sujeta a licencia Attribution 2.0 de Creative Commons)
Pasan los años y aún me pregunto cómo es que muchos patronos relacionan las labores asociadas con manejo de redes sociales (comunidades, estrategia, etc.), con trabajos de arte gráfico, lenguaje de programación y hasta desarrollo de sitios web.
Estoy seguro que más de una vez ustedes lectores, se han topado con ofertas de trabajo que dicen “Social Media Manager” o “Social Media Specialist”, y cuando lees, te das cuenta que están buscando a “Supermán” para la plaza, porque debe saber tanto, que prácticamente, debe ser de otro planeta.
Quizás gente con tanto y tanto conocimiento, debería gobernar en vez de publicar cosas en Facebook.
Este pensamiento siempre me recuerda cuando mis amistades creen que yo arreglo computadoras solo por el mero hecho de que siempre trabajo en ellas. El que yo conduzca un carro, no me hace mecánico, ni chófer de Uber.
Y aunque los roles de trabajos como estratega de redes sociales o manejador de comunidades EN redes sociales, puedan parecer similares a simple vista, no lo son, mucho menos algo tan diferente como ser técnico de redes (IT) y archivista digital. El hecho de que todos tienen que utilizar una computadora en algún momento, puede ser la causa principal de que las ofertas de trabajo giren en torno a personas que puedan hacer más de una función (o tres, o cuatro…).
Cuando en una empresa se necesita de una persona que se ocupe de publicar en redes sociales contenidos a base de un calendario organizado, estar atento a los mensajes de los seguidores a través de las distintas plataformas e interactuar con ellos no importa la circunstancia, estamos hablando de un Social Media Manager. Fuera de cursos disponibles y certificaciones en línea y presencial, esto es algo que se aprende sin necesidad de desarrollar sitios web o como parte de estudios en sistemas de información. Básicamente, no tiene nada que ver.
Para ser justos con todos, hay personas que conocen tanto de una cosa como de otra. Son personas que han evolucionado como parte de una línea de trabajo o estudio…, van más allá, como suelo decir a mis estudiantes. No es la norma, pero ayuda. Quizás un patrono haya tenido una experiencia con un empleado que conocía un poco de desarrollo web y un poco de arte gráfico, lo cual les resultó genial para cuidar de su sitio web, mientras hacían montajes. Pero una vez ese empleado se va, el próximo tendrá una formación educativa distinta y quizás no resuelva como el patrono quisiera.
Ningún trabajo especializado es tan fácil como lo pintan. Ser un Social Media Manager no es publicar una foto del almuerzo en Facebook, es un conocimiento que se adquiere con estudio de audiencias y la práctica. Ser artista gráfico menos. Se requiere de una mente creativa que dista de la creatividad que se tiene para redactar un ‘post’ que te aumente el alcance (“reach”) y la interacción (“engagement”). Ser artista gráfico no es usar Canva, aunque te puede resolver si no tienes el conocimiento, como me pasa a mí.
¿Qué hacer cuando eres candidato?
A mí me pasó. Me preguntaron en una entrevista si yo era artista gráfico. Repito, si yo era “artista gráfico”. Indiqué que no. Cuando ya trabajando me enviaron peticiones de hacer montajes, debía recordarlo.
La honestidad te llevará lejos. Debes recomendar a alguien que sea artista gráfico o estar en comunicación con uno para que te de la mano cuando lo necesites. Y cuando tenga la oportunidad, inscríbete en un curso o estudia en web, para que te defiendas.
¿Qué hacer como patrono?
Primero que nada, orientarse. El gerente o quien necesita al empleado, debe delegar la tarea de buscar descripciones de trabajo en la web y no combinar los conocimientos que busca en un candidato con la descripción de otro. Esto limita enormemente el que una persona solicite, o que pueda llevar a cabo su tarea de una manera eficiente.
Si quiere a Supermán, debe ir a Metropolis. ¡Ah!, y él ya tiene empleo.
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